Carlos Walter Porto-Gonçalves,
1949-2023

El 6 de septiembre a las 22h Brasil, partió Carlos Walter Porto-Gonçalves a los 74 años. Pensó y militó por la Amazonia con los amazónicos, por los pueblos de América Latina con intelectuales y militantes de América Latina, por el Cerrado brasilero y el reconocimiento de los fundos de fecho de pasto, acompañó la lucha del Movimiento de los Trabajadores sin Tierra (MST), y así podríamos continuar…. Las notas de solidaridad por su partida desde diferentes movimientos sociales, universidades, colectivos, intelectuales, amigos, profesores, revelan la trascendencia de su pensamiento y de su práctica, así como su deseo de dialogar con esa diversidad de mundos. Y si bien, su punto de partida fue la geografía, transitaba y dialogaba con diferentes disciplinas y mundos, aumentando la riqueza del debate que proponía.

En suma, Carlos practicó una frase que repetía constantemente y que atribuía a Luis Macas “nuestra lucha es epistémica y política”.  Fue esa disputa por visiones de mundo, en sus dimensiones material y simbólica, la que ocupó su producción intelectual y que se representa en una vasta producción: Horizontes amazónicos para repensar o Brasil e o mundo, A globalização da natureza e a natureza da globalização, Amazônia Amazônias, Geografias, movimentos sociais, novas territorialidades e sustentabilidade, O Desafio Ambiental… y tantos artículos publicados y escritos inéditos.

La mente de Carlos era joven, creativa, osada, interconectada con su corazón y con otras formas de pensar. Seguía su intuición para construir lecturas de los mundos.  Y quería despertar esa subjetividad y creatividad en sus estudiantes. Nos pidió que escribiéramos nuestras biogeografías, para que así conectáramos nuestra trayectoria con esos momentos de producción intelectual, hacer consciente lo inconsciente, las marcas que nos llevan a tomar decisiones sobre elecciones teóricas, metodológicas y sobre nuestras luchas. Y con pequeñas preguntas, delicadas y provocadoras, con insights, nos sumergía en encrucijadas, en desafíos, que después se resolvían en colectivo. Así fue polinizando, plantando, grafando las mentes de muchos, con conversas, con escritos generosos que distribuía libremente, con conferencias, siempre con una gran disposición al diálogo, incitado por su curiosidad.

Carlos me acompaña cotidianamente, cuando preparo las clases, cuando escribo artículos, cuando pienso en lo que es importante y pertinente investigar. En fin, ese diálogo permanente en mi cabeza, me hizo sentir que estaba siempre muy cerca de él y tal vez por eso sea difícil aceptar que no a va a ver otra oportunidad de conversa, de troca, de abrazo y de escrita conjunta.

Tuvimos una oportunidad sin igual, un privilegio de conversar y transformarnos en el diálogo, de vivir una metamorfosis atravesada por su pensamiento. Gracias Carlos por abrir tu trayectoria, tu camino, por tu cercanía, por acogernos sin limitarnos, por orientarnos en libertad y darnos el derecho a perdernos para encontrarnos. Ya nos haces mucha falta. Te agradecemos infinito. Abrazo profundo.