RESEÑAS ACADÉMICAS
Reseña “Amanecer en el Valle del Sinú” Raúl Gómez Jattin

Tomás Bernier
Politólogo amazónico de la Universidad Nacional de Colombia. Joven investigador del CEPAM y del Grupo de Estudios Transfronterizos.
Hablar sobre Raúl Gómez Jattin (1945-1997) es hablar de uno de los seres más únicos y disruptivos en la historia de la literatura colombiana. Gran parte de su obra se encuentra recogida en Amanecer en el Valle del Sinú, editado en 2022 por el Fondo de Cultura Económica y que permitió un acercamiento y difusión a la poesía de Gómez Jattin en un momento vital ya que, al parecer, su valor en la poesía colombiana había quedado relegado y mencionarlo se quedaba en una referencia a sus problemas de drogas, la locura en la que vivió sus últimos años y su muerte en las calles de Cartagena. Ahora con esta publicación es posible acercarse a la obra de un artista en todo el sentido de la palabra: un escritor que no renegó de sus pasiones, de sus excesos, de sus tormentos, del amor y del odio que sintió profundamente y que supo, como menciona en el prólogo Carlos Monsiváis, ser un personaje poético de espíritu excéntrico y, a la vez, ser él mismo el gran tema de su poesía. Por ello, entender la vida de Raúl Gómez Jattin es entender su poesía y la evolución de ella en cada nuevo verso.
La historia de su vida ha llevado a que muchos consideren a Raúl, junto a Porfirio Barba Jacob, como un poeta maldito colombiano. En una de las pocas entrevistas que he podido encontrar, Raúl cuenta la historia de su vida acostado en una hamaca en el pequeño cuarto de la pensión en la que vive en Cartagena, con la camisa desabotonada, despeinado y con los ojos perdidos, fuma un cigarrillo y narra su nacimiento en Cartagena, el viaje como un niño a Cereté (Córdoba). Allí conoció las grandes obras de la literatura gracias a la biblioteca de su padre, un ilustre abogadoque lo alentó a escribir después de descubrir al Raúl de seis años leyendo a escondidas Las mil y una noches. Raúl se mudó a Bogotá para estudiar Derecho en la Universidad Externado, pero su verdadero interés estaba en el teatro, por lo que faltaba a clases y ensayaba para producciones presentadas en el Teatro Colón. Sin mucha gloria en este campo, regresó a Córdoba para aislarse por la muerte de su padre. Hasta allí viajó Milcíades Arévalo a mediados de los ochenta para encontrarse con el hombre alto con rasgos árabes y de bigote desaliñado, caminan, hablan de poesía y Arévalo se lleva unos poemas de Raúl a Bogotá para enviarlos a los principales periódicos del país. Después de ser publicado en una compilación de Santiago Mutis, Gómez Jattin regresa a Bogotá pero sus crisis mentales cada vez son peores, llevándolo a recuperaciones en clínicas de la ciudad. Desde 1989 volvió a Cartagena y aunque recibió tratamientos psiquiátricos en la ciudad, el poeta vivía en las calles del centro mientras escribía bellas obras, incluso declarando que la locura era, precisamente, su inspiración. Sus últimos días transcurrieron en las calles de San Diego entre el trago, la marihuana, el bazuco, cantando y bailando, agrediendo a desconocidos y a amigos del pasado, y durmiendo en las bancas de los parques en las noches. En la mañana del 22 de mayo de 1997, el poeta murió después de ser atropellado por un bus. Este apartado de su vida responde, precisamente, a la intención de entender cómo su vida no apaga el valor poético de sus textos, por el contrario, se complementan. A pesar de las clínicas psiquiátricas, la mendicidad, las adicciones, Gómez Jattin dice: Nunca dejé de escribir.
Ahora bien, sobre Amanecer en el Valle del Sinú (2022), esta edición está formada por seis poemarios que fueron publicados entre 1980 y el 2000. A lo largo de toda su poesía es posible identificar la inmersión de Gómez Jattin en sus escritos, dando un carácter, si se quiere, autobiográfico. A través de sus poemas podemos ver los conflictos y amores que rodean a Raúl desde su infancia, escribiendo sobre su madre Lola Jattin o sobre aquella abuela libanesa que lo regañaba en árabe y a quien odió realmente (p.29); escribe de su conflictiva relación con los habitantes de Cereté, quienes siempre lo vieron como un loco improductivo que leía y escribía cosas poco importantes, a lo que el poeta les respondió con: pueblerinos, altanera multitud que quería imponerme una verdad no hecha a mi medida. A pesar de esto, amó también a su pueblo y se consideró un ser supremo en él:
Soy un dios en mi pueblo y en mi valle
No porque me adoren sino porque yo lo hago
Porque me inclino ante quien me regala
Unas granadillas o una sonrisa de su heredad.
Por otra parte, en la poesía de Gómez Jattin podemos ver que el amor se erige como esencial para comprender su obra y, en general, lo que lo compone como ser. Por momentos es nostálgico y deja versos bellísimos como: Es mi mejor amigo Son los ojos suyos los más sinceros que jamás me han mirado Mi mejor amigo vive en mí y yo aspiro a vivir en él, Sencillamente Sin estorbarnos. Es evidente el amor que Gómez Jattin sintió por sus amigos, aunque en ocasiones su mente lo llevara a herirlos: La gran metafísica es el amor creador de la amistad y el arte, eso no me preparó para someter a la mujer, sino para andar con un amigo. Estos versos también representan otro aspecto por el que es bien conocida la poesía del autor, y es el amor y el erotismo homosexual: Rubén, hermano de Raúl, declaró que la locura del poeta derivó en parte por la lucha interna de asumirse como homosexual. En varios poemas Gómez Jattin se mueve en al menos dos dimensiones para tratar su orientación sexual, tal como anota Monsiváis: se refiere por una parte a la “perversión” y, por otra, a la transgresión de las normas y códigos convencionales, convencido de lo vital que es esa metafísica del amor. Por supuesto, el amor de Gómez Jattin hacia otro hombre está atravesado, como se mencionó antes, por la fraternidad y la amistad:
Soy de la mujer y del hombre Me doblega
una tierna virilidad Subyuga mi corazón
una feminidad fortalecida en el arte
aunque siempre he amado más al amigo…
Para finalizar, quisiera comentar otro aspecto que me interesa y me parece bellísimo de la poesía de Gómez Jattin: la vida en el Caribe colombiano. El mismo título de esta compilación ya nos permite creer que los elementos que constituyen la vida y experiencia caribeña estarán presentes a lo largo de todo el libro. Gómez Jattin narra en sus poemas distintas situaciones de la vida costeña, haciendo alusión a Cereté y San Pelayo, evocando con nostalgia los amaneceres y los atardeceres, el vuelo de los pájaros borrachos entre los nísperos. Recuerda Raúl a sus amigos, las tardes en la hamaca –un lugar de profunda intimidad según él– escondiéndose del sol, recuerda hermosos porros y fandangos que ambientaban las parrandas con ron blanco en noches abrigadas por el cielo estrellado. Sin duda la vida en el Caribe, la conexión con la libertad de los pájaros, ser espectador del río y la amistad con entrañables personascubrieron los versos de Raúl para relatar con precisión su vida y comprender la esencia de su obra.
Creo que Jaime Jaramillo Escobar, el poeta nadaísta, resumió muy bien lo que representa la figura de Gómez Jattin para nuestra literatura en una carta que le escribe al cereteano: La poesía colombiana te estaba necesitando porque nosotros caímos en la trampa. Tú eres el único que queda libre. Efectivamente, Raúl, ese loco que fue tan perseguido, revolucionó la poesía colombiana en una época de transición del mundo literario en el país. Las temáticas, las formas de abordarlas, el juego poético entre la realidad y la ficción, negarse a aceptar los formalismos del obstinado mundo público, a Gómez Jattin se le debe reconocer como un ángel para la poesía de nuestro país. Como un ser que controvirtió todo lo que se nombra como “normal”. El príncipe del Valle del Sinú fue preso de su soledad y de su locura, pero también fue libre como pocos, demostrándolo en cada poema.
Pensar que estoy aquí
es más doloroso que estarlo
porque mi pensamiento
será libre siempre
aquí en mis poemas
y mi cuerpo prisionero
aún en el vuelo de la mariposa
cuando me dirijo al sol
y sonrío a la primavera.

Raúl Gómez Jattin. Amanecer en el Valle del Sinú. (Bogotá: Fondo de Cultura Económica, primera reimpresión, 2022).
Reseña de: Tomas Bernier Parodys (Joven Investigador, CEPAM – Universidad Nacional de Colombia-Ciencia
Un análisis muy bien elaborado y estructurado. De esos escritos que invitan a seguir leyendo. Una historia bien contada. Felicitaciones Tomas
Excelente reseña
Felicitaciones Tomás
Excelente reseña que muestra la gran estructura intelectual que tiene este joven, miembro de mi familia, del cual nos sentimos orgullosos!
Sigue por ese camino Tomás Bernier! Sé que llegarás muy lejos! Tan lejos como tu visión llena de juventud y fuerza de escritor te lo permitan!✌️✌️