«The Lost Children / Los Niños Perdidos»

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The Lost Children / Los Niños Perdidos

La narrativa de «The Lost Children / Los Niños Perdidos», dirigida por Orlando von Einsiedel, Jorge Durán y Lali Houghton, trasciende el mero recuento de un rescate milagroso para revelarnos una profunda reflexión sobre las diferentes formas de ver y comprender la realidad.

El documental asume el compromiso de mostrar otros modos de conecimiento, como los conocimientos indígenas amazónicos, donde las experiencias humanas participan de relaciones junto a plantas, animales y otros seres no humanos. Las plantas, por ejemplo, no son meros elementos del paisaje, sino orientadoras de los esfuerzos comunes, que operan como una luz moral en medio de los desafíos y encrucijadas de la existencia. Esta perspectiva resulta fundamental para entender cómo la supervivencia de los niños, especialmente de Lesly, se sustentó en conocimientos ancestrales transmitidos por línea materna. Los saberes seculares de las mujeres aprendidos en la chagra, el río y el monte, transmitidos a Lesly por su abuela Fátima y su madre Magdalena se convirtieron, sin saberlo, en un entrenamiento vital para su supervivencia en la selva. Estos conocimientos de las mujeres indígenas, incorporados por Lesly y sus hermanos, son los que los preservan de sucumbir a la desgracia. Una vez más en la historia indígena, la fuerza impulsora de la cultura parece medirse ante circunstancia adversas.

El proceso de rescate se convirtió en un extraordinario ejemplo de integración entre dos mundos aparentemente irreconciliables. Por un lado, el conocimiento indígena, con su profunda comprensión del ecosistema amazónico y el uso de plantas sagradas como el tabaco, la coca y la ayahuasca. Por otro, la tecnología militar con sus helicópteros, sistemas de comunicación y asistencia médica. Esta convergencia solo fue posible cuando ambas partes trascendieron sus recelos iniciales: los militares depusieron sus armas y los indígenas compartieron generosamente sus propios conocimientos. La transformación fue especialmente significativa considerando que los pueblos indígenas en la Amazonia han sedimentado, desde tiempos antiguos, una gruesa desconfianza con personas armadas. El pueblo murui (uitoto), el mismo de Lesly, de su familia y el de gran parte de los rescatistas, llama a los grupos armados jatiki imaki (gente de monte, «parecidos a los animales»), que poseen atributos diferentes, no hacen chagra, no consumen las plantas indígenas, andan por el monte camuflados, como el jaguar, son criaturas feroces. Los militares, a su turno, aun con la voluntad de hallar a los niños perdidos, parecían guiados por la paranoia de estar en territorio enemigo, viendo aquellas selvas como refugio hostil. Lo inhóspito siempre acechando.

Un momento crucial en esta transformación ocurre cuando el chamán Rubio, mediante el uso de la ayahuasca, logra intuir la localización de los niños perdidos, incluso tiene acceso, según sus propias palabras, a la perspectiva de los animales del monte. Rubio transita otra cartografía que no es humana. Este acto simboliza la esencia del mensaje del documental: la búsqueda exitosa requiere no solo explorar físicamente, sino también transformar nuestra manera de percibir y comprender la realidad. Las plantas intervienen en aquella búsqueda para propiciar una serie de transformaciones sobre los cuerpos, tanto de los militares como de los propios indígenas, que los conduce a cambiar el punto de vista, a observar desde otros ángulos, a buscar también otros modos de percibir lo que ocurre.

La película trasciende el documental para mostrar que es posible contradecir los malos presagios. Este rescate pone en evidencia que los hallazgos milagrosos pueden surgir cuando se deponen las desconfianzas recíprocas. El rescate de los niños confirma que cuando se promueve el encuentro entre formas de pensar diferentes se logran, al menos, dos experiencias. La primera, ahuyentar el peso de la incredulidad. La segunda, vivir el hecho cierto de que vale la pena no abdicar en nuestras búsquedas.

Ante la tragedia, soldados e indígenas unificaron sus instrumentos disponibles: el conocimiento ancenstral y ecológico amazónico, la medicina de las plantas y los sofisticados equipos de búsqueda militar. En Colombia, un país agrietado por conflictos, parecen aun posibles los caminos para aplacar las desconfianzas y habilitar el entendimiento. Lo que sucedió en aquel pedazo de selva quizás sea una demostración de que los esfuerzos para alejarnos del abismo pueden dar resultado.

Marco Tobon

Marco Tobón

Investigador CEPAM

Antropólogo y escritor. Ha investigado el conflicto armado entre los pueblos indígenas de la Amazonia, abordando los temas de memoria, fronteras y conflictos ambientales. También ha escrito crónica, cuentos y biografías.

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